Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Phoenicopteriformes
Familia: Phoenicopteridae
Género: Phoenicopterus
Especie: Phoenicopterus ruber
Nombres comunes: Flamenco del Caribe
Estado de conservación (UICN): Preocupación menor (LC)
El flamenco del Caribe es un ave de la familia Phoenicopteridae que vive en áreas tropicales de América, incluyendo las Antillas, la península de Yucatán, en norte de Colombia y Venezuela y las islas Galápagos. No se conocen subespecies. Está estrechamente emparentado con el flamenco común y el flamenco chileno. De hecho, anteriormente se le denominaba como coespecífico del flamenco común, pero ese enfoque se considera ampliamente erróneo, por ejemplo por la Unión de Ornitólogos Americanos y Británicos) debido a la falta de pruebas. El nombre de flamenco del Caribe es algo problemático, ya que hay poblaciones de esta especie residiendo en las Islas Galápagos. Es la única especie de flamenco que habita de manera natural en América del Norte.
Descripción
El flamenco del Caribe es un ave esbelta que alcanza una altura de 1.2 a 1.6 metros y con una envergadura alar de 1.4 a 1.65 metros, es de menor tamaño que el flamenco común pero más grandes que los flamencos americanos. El macho puede pesar en promedio 2.8 kilogramos, mientras que la hembra sólo alcanza los 2.2. Posee un pico curvo con la mandíbula superior rígida y la inferior móvil, de color rosa y blanco, con la punta de color negro. El cuello y las patas son especialmente largas, más incluso que otras familias de los flamencos, y estas últimas son de color rosado. Por lo general, son de un color rosado, con las alas de un color más intenso, pudiendo llegar a tener las alas primarias de color rojizo y las secundarias negras. Este color puede variar desde el rosa pálido hasta un carmesí o bermellón, dependiendo de la zona donde viva y de la cantidad de crustáceos con altos contenidos en carotenoides que consuma.
Distribución y hábitat
Esta especie anida en las Islas Galápagos, en las costas de Colombia, Venezuela y las islas cercanas. También cría en La Española, Cuba y las islas Trucas y Caicos. La mayoría de los avistamientos en el sur de Florida son usualmente considerados como fugitivos, aunque al menos un ave anillada como polluelo en la península de Yucatán ha sido avistada en el Parque Nacional de Everglades, y otras han sido vistas deambulando por Cuba. Sin embargo, al verlos en la distancia, los ojos de inexpertos pueden confundirlos con espátulas rosadas.
Esta especie puede verse en lagos poco profundos y aguas costeras, de hecho, está especializado en alimentarse en lagos con grandes concentraciones salinas o alcalinas. Obtienen su alimento desde el sedimento de los limos del fondo. Este tipo de aguas contiene suficiente alimento para satisfacer a un gran número de estas aves, que consumen normalmente insectos, camarones y pequeñas plantas (diatomeas y otras algas).
Esta especie puede verse en lagos poco profundos y aguas costeras, de hecho, está especializado en alimentarse en lagos con grandes concentraciones salinas o alcalinas. Obtienen su alimento desde el sedimento de los limos del fondo. Este tipo de aguas contiene suficiente alimento para satisfacer a un gran número de estas aves, que consumen normalmente insectos, camarones y pequeñas plantas (diatomeas y otras algas).
Alimentación
Vadea por aguas someras o superficiales, hace descender su largo cuello y a través de su pico, vuelto hacia arriba sobre el agua, se alimenta al recoger animales pequeños mediante este método. Después, filtra el agua a través de unas finas placas del interior del pico y la lengua, que actúa como una bomba aspirante y de empuje. Estas placas se denominan lamelas y se disponen como las laminillas de un peine, a través de las cuales pasa el agua. Los lagos adecuados para su adecuado establecimiento son escasos y están muy alejados entre sí, por lo que los flamencos deben recorrer grandes distancias desde un lugar de alimentación al siguiente, con frecuencia en forma de grandes bandadas.
Reproducción
Aunque viven en grandes colonias, en la época de nidificación cada pareja delimita un pequeño territorio que rodea a su nido en el fango, de forma cónica. Este cono puede llegar a tener una altura de 20 a 45 centímetros, el diámetro en la base de 50 a 80 centímetros y en su parte superior de 25 a 40 centímetros. Los nidos pueden encontrarse separados unos de otros por menos de un metro, ya que la colonia puede contener hasta 100.000 nidos.
Entre mayo y agosto la hembra pone un solo huevo, de apariencia blancuzco como la tiza. La hembra y el macho incuban el huevo por un periodo de 28 a 32 días, hasta que finalmente eclosiona. También se reparten el cuidado de la cría hasta su maduración sexual, que suele producirse hacia los seis años de edad. La pareja de flamencos normalmente permanece junta solo durante una temporada, aunque se estima que un 2% de las parejas mantienen su unión en la nidada del siguiente año.
Los polluelos nacen con un plumaje rojizo como los adultos, pero a los pocos días este plumaje se torna grisáceo. Estos también forman grupos llamados creches o guarderías y tardan 11 semanas en aprender a volar.
Su esperanza de vida ronda los 40 años, por lo que es una de las aves más longevas.
Entre mayo y agosto la hembra pone un solo huevo, de apariencia blancuzco como la tiza. La hembra y el macho incuban el huevo por un periodo de 28 a 32 días, hasta que finalmente eclosiona. También se reparten el cuidado de la cría hasta su maduración sexual, que suele producirse hacia los seis años de edad. La pareja de flamencos normalmente permanece junta solo durante una temporada, aunque se estima que un 2% de las parejas mantienen su unión en la nidada del siguiente año.
Los polluelos nacen con un plumaje rojizo como los adultos, pero a los pocos días este plumaje se torna grisáceo. Estos también forman grupos llamados creches o guarderías y tardan 11 semanas en aprender a volar.
Su esperanza de vida ronda los 40 años, por lo que es una de las aves más longevas.
Mitología
Los flamencos son animales legendarios desde tiempos inmemoriales.
Según una tradición judía, quizás la leyenda más antigua sobre flamencos conocida, se afirma que el chol fue el único animal del Edén que resistió la tentación y conservó la vida eterna. Los egipcios recogieron esta idea y mitificaron también al flamenco. Lo denominaron "fénix", como referencia a su color rojizo, llegando a considerarlo un animal totémico, un semidios, que se quemaba voluntariamente en la hoguera del Sol y renacía al día siguiente de sus propias cenizas. Este mito se extendió ampliamente entre los griegos, que le dieron el nombre de Phoenicopterus, que quería decir "alas rojas", apelativo adoptado precisamente por la comunidad científica para denominar al flamenco.
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