Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Cervidae
Género: Rengifer
Especie: Rengifer tarandus
Nombre común: Reno, caribú
Estado de conservación (UICN): Preocupación menor (LC)
El reno es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Cervidae que habita en las zonas de tundra y taiga del hemisferio norte. Ha desarrollado numerosas razas a lo largo y ancho de su extenso territorio de distribución geográfica. Las subespecies de mayor tamaño, como el caribú norteamericano, viven de forma temporal en los bosques, mientras que el caribú que habita en estos de manera permanente es algo más pequeño. El reno del archipiélago de las Spitzberg, con 68 centímetros de altura hasta la cruz, es la raza más pequeña. El caribú de las tundras es el que más al norte del continente americano llega.
Aunque es la única especie del género Rengifer, se clasifica en cuatro subespecies de renos, en su mayoría originarios de Eurasia, y cinco de caribúes, originarios de américa.
Descripción
El peso de la hembra varía entre los 60 y los 170 kilogramos. En algunas subespecies de reno, el macho es ligeramente más grande. El caribú de los bosques puede alcanzar los 300 kilogramos, mientras que el reno común del norte de Europa alcanza una altura en cruz de 110 centimetros y un peso de 150 kilogramos.
Es la única especie de ciervo en la que ambos sexos poseen astas, siendo en los machos de gran tamaño y muy ramificadas, pudiendo tener membranas óseas entre las ramas. A lo machos maduras de Escandinavia se les caen en Diciembre, a los machos jóvenes en primavera y a las hembras durante el verano. El espeso pelaje se convierte en una especie de densa melena sobre su cuello, aunque en verano este es corto y de color oscuro. Puede abrir mucho las pezuñas, ampliando la superficie de pisada para evitar hundirse en los suelos blandos. El borde de las pezuñas, que sobresale más, le procura mejor sostén al animal en el hielo y en la nieve. Cuando este animal camina, se produce un sonido parecido a un chisporroteo, debido a los movimientos de los tendones. Los renos domésticos tienen las patas más cortas y son más pesados que sus parientes salvajes.
Los renos del ártico tienen una visión que se extiende más allá del espectro visible, hasta el ultravioleta próximo. El ojo humano es capaz de percibir longitudes de onda comprendidas entre los 700 nanómetros (que corresponde al rojo) y los 400 nanómetros (que corresponde al violeta). El ojo del reno consigue ver hasta longitudes de onda de 350-320 nanómetros sin que, aparentemente, esta capacidad les afecte.
En los seres humanos y en buena parte de los otros animales, la córnea y el cristalino impiden el pasaje de los rayos UV particularmente fuertes en las altas latitudes y en presencia de nieve ya que estos rayos pueden afectar al ojo.
Los investigadores estiman que la visión UV pueda ser útil para distinguir el alimento y los depredadores en la blanca inmensidad del invierno ártico. Los líquenes, que son su alimento, y los lobos, uno de sus enemigos naturales, deberían ser percibidos en negro a los ojos de los renos.
Distribución y hábitat
Los renos se encuentran en su rango natural en el norte de Fenoscandia, en Rusia, Groenlandia, Canadá y Alaska. En 1952 fueron reintroducidos en Escocia, donde se habían extinguido en el siglo X. En 1905 también fueron introducidos algunos ejemplares de Laponia en las Islas Georgias del Sur, en el Atlántico Sur, donde se han adaptado a las condiciones de vida existentes. También se han introducido en Islandia.
Fueron domesticados principalmente en el norte de Escandinavia y Rusia por aborígenes como los lapones y los nenets. En el caso de los sami, la ganadería masiva de renos se desarrolló entre los siglos XVI y XVII. En Suecia, Finlandia y Noruega prácticamente todos los renos tienen dueño y en esos países la ganadería de estos animales está estrictamente regulada y reservada para los lapones. En Norteamérica, Groenlandia e Islandia se encuentran prácticamente en estado salvaje.
La tundra y las zonas septentrionales de la taiga y bosques de coníferas constituyen el hábitat de los renos de los bosques o de las tundras. En los Urales se ha registrado la población de renos más meridional, en los 52 grados de latitud. Los renos de las tundras se limitan a realizar breves viajes, mientras que los renos de los bosques de Siberia y los caribús de Norteamérica se ven obligados a recorrer, según las estaciones del año, varios centenares de kilómetros. Durante el invierno permanecen en la zona forestal, mientras que durante el verano se trasladan a la tundra, a efectos de aprovecharse de la época de vegetación de los pastos. Si la plaga de mosquitos se hace insoportable, los renos se trasladan a mayor altura, hacia las montañas.
Comportamiento
Los rebaños transhumantes se componen de varios miles de animales. Los grupos suelen estar formados por unos 20 renos, los machos adultos son a veces animales solitarios, lo que fomenta los rebaños matriarcales. Son excelentes nadadores y atraviesan perfectamente corrientes fluviales e incluso brazos de mar. Sus enemigos naturales son los lobos, los osos, los linces, y los glotones. Las águilas reales y los zorros depredan sobretodo a los terneros. También padecen la acción de los parásitos: sobre la piel del lomo se posan larvas de moscas zumbadoras, que pueden incluso llegar a perforar su piel.
Reproducción
La berrea del reno comienza durante el otoño y, para incrementar la potencia de los bramidos, se les hincha un gran saco laríngeo. Los machos luchan entre sí y, cada uno de ellos, puede reunir a su alrededor hasta a 12 hembras a las que conduce incansablemente. Los terneros nacen después de una gestación de 200-240 días que se alimentan de las secreciones de las cuatro mamas de su madre. Estas suelen parir de uno a dos crías, excepcionalmente 4, y estas son depositadas en un lugar seco para que, a los pocos minutos de haber nacido comiencen a mamar. La madre expulsa a sus congéneres de las proximidades del ternero para protegerlo. Las crías alcanzan la madurez sexual al año de edad.
Alimentación
Son rumiantes, y por tanto tienen un estómago dividido en cuatro cavidades. Principalmente comen hojas de sauce y de abedul enano y líquenes cetraria y cladonia en invierno, aunque también se alimentan de juncias y hierbas, a veces incluso plantas venenosas como ranúnculos de los glaciares. A la hora de buscar alimento, los renos arañan con sus pezuñas delanteras la nieve.
También pueden llegar a comer pequeños roedores y aves, así como huevos.
Cultura
El reno desempeñó un papel importante como pieza de caza y como objeto de arte durante la llamada "cultura del cazador de renos", correspondiente al periodo glacial. Se ha podido comprobar que el reno se convirtió en animal doméstico de los lapones a partir del siglo IX. Algunas tribus del norte de Siberia también lo ha domesticado. Por el contrario, el reno no es un animal fácil de cuidar y criar en parques zoológicos.
Destacan por su presencia en la cultura navideña por los renos navideños que se encargan de tirar de Santa Claus.
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