Clase: Aves
Orden: Struthioniformes
Familia: Struthionidae
Género: Struthio
Especie: Struthio camelus
Nombre común: Avestruz
Estado de conservación: Preocupación menor (LC)
El avestruz es una especie de ave estruthioniforme de la familia Struthionidae. Es un gran ave no voladora propia de África, aunque anteriormente también habitaban en Oriente Medio. Es el ave más grande y pesada actualmente, puede alcanzar los tres metros de altura y los 180 kilogramos de peso.
Etimología
La palabra avestruz llega al castellano a través del occitano provenzal estrutz que por su parte deriva del latín struthĭo y esta del griego στρουθíων abreviación de στρουθοκάμηλος, palabra compuesta por στρουθιο (struhio= gorrión) y κάμηλος (kámēlos= camello); es decir "gorrión (grande como un) camello".
Aunque la Real Academia Española recomienda que se utilice el género masculino al nombrar esta palabra (el avestruz), hay personas que utilizan aún el género femenino (la avestruz); algo que, según algunos expertos, no es criticable.
Descripción
Es el ave más grande y pesada del mundo actualmente. Cuando nacen los polluelos miden entre 25 y 30 centímetros de altura y pesan unos 900 gramos. En el primer año de vida, estas crías podrán crecer hasta 25 centímetros al mes. Los individuos machos adultos pueden llegar a alcanzar los 275 centímetros, o incluso los 3 metros, y pesar hasta 180 kilogramos.
Sus alas son tan pequeñas que no les permiten volar, pero sí les ayudan a impulsarse, equilibrarse a la hora de correr y como mecanismo de defensa, agitándolas para atacar a posibles depredadores. Su cabeza es pequeña en relación al cuerpo y sus ojos son grades, pudiendo llegar a medir cinco centímetros de diámetro, y le proporcionan una excelente vista. El pico es plano y de punta roma. El cuello es largo y está desprovisto de plumas, al igual que sus largas patas. Estas son potentes y musculadas, adaptadas a la perfección para las carreras, pudiendo llegar a alcanzar hasta 90 kilómetros por hora durante media hora; y, mientras que la mayoría de las aves presentan cuatro dedos en cada pata, el avestruz sólo tiene dos. Si se ven acorralados, atacan con fuertes patadas, usando sus garras como armas.
Su longevidad oscila entre los 30 y los 40 años, aunque en cautiverio pueden llegar hasta los 50.
Presentan dimorfismo sexual. El macho llega a medir hasta 275 centímetros y su plumaje es negro, con la punta de las alas y la cola de color blanco. Las hembras, por el contrario miden alrededor de 230 centímetros y el color del plumaje es gris. Este color en las hembras depende de la presencia de estrógenos, por lo que en hembras inmaduras o esterilizadas presentan este plumaje de color negro.
Comportamiento
El avestruz adulto carece de siringe, por lo que es un ave silente o que por lo general no emite sonidos. No obstante, ocasionalmente manifiestan una especie de siseo potente. Por otro lado, las crías del avestruz cuando se encuentran alteradas lanzan un grito estridente, pero son más característicos los silbidos y los gorgoteos a modo de llamada que emiten hasta alcanzar el mes de nacer. Además, el macho adulto emite un sonido de bravura cuando quiere establecer su territorio y avisar a otros ejemplares competidores, así como para controlar a sus propias crías. La fonación emitida para ello consiste en un leve sonido ronco semejante a un bramido o un gruñido nasal que puede recordar al de un león. También pueden usarlo durante el cortejo nupcial, donde se antoja más profundo. Las hembras no presentan fonación alguna, dado que el único sonido que emiten a lo largo de su vida adulta es algo similar a un cloqueo cuando son cortejadas por el macho.
Taxonomía
Los avestruces pertenecen al orden Struthioniformes, también llamadas ratites y se caracterizan porque no poseen quilla en el esternón. Otras aves de este orden son el emú, el ñandú, el kiwi, el casuario y grandes aves extintas como Aepyornis. El avestruz pertenece, dentro de este orden, a la familia Struthionidae, siendo su único representante.
Existen varias subespecies y variedades:
- Struthio camelus camelus, avestruz de cuello rojo y presente en el Norte de África.
- Struthio camelus molybdophanes, avestruz somalí, presente en Somalia, Etiopía y el norte de Kenia.
- Struthio camelus massaicus, avestruz masai, presente en Etiopía y el norte de Kenia.
- Struthio camelus australis, avestruz de cuello azul, presente en el sudoeste de África.
- Struthio camelus syriacus, avestruz arábiga, antiguamente se distribuía por Medio oriente, pero desde 1966 está extinta.
- Struthio camelus var. domesticus, el avestruz doméstico o cuello negro es un mestizaje desarrollado a partir de las subespecies Struthio camelus camelus y Struthio camelus australis, por lo que no existe en la naturaleza. Es de tamaño menor a las otras subespecies de avestruces y su comportamiento es menos agresivo, por lo que permite un manejo más fácil en los criaderos y la industria del avestruz. La domesticación y ganadería de avestruces puede ir dirigida a la producción de carne, piel, plumas y huevos. En base a estas producciones, el avestruz es explotado actualmente a lo largo de todo el mundo, siendo un animal que se adapta bien a los diferentes climas. Los principales países productores son Sudáfrica, Namibia, Israel, Australia, Estados Unidos, Canadá, Francia, España, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Alemania, Italia y Ucrania.
Hábitat y distribución
Se distribuye sobre todo en zonas áridas y semiáridas, por lo que su hábitat puede comprender lugares con oscilaciones térmicas de entre los -15ºC y los 40ºC (noche y día, respectivamente), y una pluviometría de 200 mm. Suele encontrarse en espacios abiertos donde su altura le permite divisar a posibles depredadores, por lo que viven tanto en desiertos como en sabanas o en llanuras de escasa vegetación donde aparezca algún árbol disperso, arbustos y hierba de la que alimentarse. Estos hábitat se ubican sobre todo en África y Arabia y alrededor del 90% de los avestruces silvestres habitan en África, bajo la línea del Ecuador.
La subespecie nominal, la única superviviente al norte del Ecuador, se encuentra en serio peligro de extinción. Entre los intentos de conservación de la especie destaca su introducción en el Parque Nacional de Doussmassa, en Marruecos, con la intención de aclimatarlo a condiciones naturales y proceder más tarde a su liberación en su antigua área de distribución cuando se pueda garantizar su supervivencia.
Alimentación
Al igual que el resto de las aves, el avestruz carece de dientes y presenta escasa movilidad en la lengua, por lo que no mastica lo que ingiere, sino que toma el alimento con el pico y lo hace avanzar hacia la apertura del esófago.
Es un animal herbívoro con capacidad para digerir la fibra, aunque no es estrictamente herbívoro. De hecho, algunos autores llegan a considerarlo omnívoro, pues puede llegar a ingerir pequeños animales y artrópodos. Incluso se ha observado a algunos individuos consumiendo restos de carroña dejados por animales carnívoros. Al consumir vegetales, prefieren las flores y los frutos y suelen desechar las hojas de manera general. También pueden llegar a ingerir piedras, rocas o minerales, con el fin de que, retenidas en su organismo, ayuden a moler los alimentos.
Poseen un gran apetito, por lo que no resisten demasiado en ayunas, aunque en estado salvaje pueden aguantar largos periodos sin beber agua. Según la edad, el tamaño del animal, y otros factores pueden afectarle: en cautividad y en ejemplares de 4 a 6 meses, al prolongarse la ausencia de agua en más de 48 horas se observa una disminución del peso corporal del 30% y, a partir de 24 horas de privación del agua, el animal reduce su ingesta del alimento.
Al contrario que las demás aves, las avestruces no poseen un buche donde almacenar el alimento, sino que el proventrículo y la molleja son más largas de lo habitual y en proporción al cuerpo, por lo que es en esos lugares donde almacena y fermenta lo que ingiere. Por otra parte, la molleja de las avestruces posee una pared gruesa de capa muscular muy desarrollada.
Reproducción
El comportamiento reproductivo del avestruz es muy variable, dependiendo de la densidad de población, las condiciones climáticas y el hábitat. Los machos alcanzan la madurez sexual a los 3 años de edad, aproximadamente, y las hembras, si están bien alimentadas, unos seis meses antes. En la época de celo, a mediados o finales de Mayo, tanto el cuello como el pico del macho toman una coloración rojiza por acción de la testosterona y es entonces cuando se vuelven altamente territoriales y defienden un área o territorio. Para conseguir llegar a la cópula, los machos realizan un cuidadoso cortejo nupcial. Los machos se echan al suelo y se posicionan sentados sobre sus patas con las alas abiertas, levantando y recogiendo un ala tras otra sincronizadamente, al tiempo que realizan un movimiento oscilante de cabeza y cuello y suben y bajan la cola. Las plumas blancas en forma de abanico, tanto de las alas como de la cola, le dan el atractivo necesario para aparearse con la hembra, que girará alrededor agitando sus alas y bajando la cabeza para mostrarse receptiva. Esta danza o ritual dura aproximadamente diez minutos y, tras la finalización, comienza el coito. El órgano reproductor del macho, o pene, que puede alcanzar los 40 centímetros de largo, se introduce en el órgano reproductor de la hembra a través de la ranura seminal.
El macho es el encargado de construir el nido, el cual consiste en una depresión cavada en la tierra. A partir de ese momento, la hembra elegida o hembra principal, es la primera en colocar sus huevos, ya que el macho vuelve a repetir el cortejo nupcial con otras hembras, apareándose con tres en total, aunque puede llegar a las cinco. A estas hembras se las denomina secundarias, que también pondrán sus huevos en el mismo nido justo unos días después que la primera hembra y con consentimiento previo. Pese a todo, no participan en la incubación y tras la puesta se marchan. La nidada total puede llegar a los 40 huevos, de los cuales probablemente sólo sobrevivirán 30. En la naturaleza, como animales libres y salvajes, cada hembra puede poner desde 10 hasta 15 huevos, pero en cautiverio cada hembra puede llegar a poner 50 huevos por temporada. Las puestas de los avestruces se producen desde Marzo o Abril hasta Octubre o Noviembre, por lo que es estacionaria. El macho es, usualmente, el encargado de incubar los huevos por la noche y la hembra principal lo hace por el día durante un periodo de 39 a 42 días. Se destaca que el macho incuba una mayor proporción del tiempo que la hembra, alrededor del 65%. De noche, todos los avestruces macho que comparten territorio se intercambian alternativamente las posiciones de incubación, habiéndose dado el caso de que un macho despistado acabe por no encontrar su nido, con la fatal consecuencia de que se pierdan los polluelos.
Un huevo de avestruz puede pesar entre uno y dos kilogramos, lo cual equivale a dos docenas de huevos de gallina. Son de color blanco o amarillentos, posiblemente para evitar que se recalienten con el Sol de la sabana. Estos huevos son los más grandes registrados puestos por aves, y llegan a medir hasta 25 centímetros.
Cuando los huevos eclosionan, el macho se hace cargo de las crías con ayuda de la hembra y puede llegar a reunir crías de varias familias, ya que al encontrarse dos familias de avestruces diferentes los padres de ambas se disputan el derecho a cuidar de los polluelos. Han llegado a verse parejas con más de cien crías de todos los tamaños y, de hecho, se ha documentado un grupo de casi 400 jóvenes.
Cultura
La creencia generalizada de que el avestruz, en presencia de un peligro, esconde la cabeza bajo el suelo es falsa. Lo más parecido que pueden llegar a hacer es bajar la cabeza a ras de suelo para pasar desapercibidos y parecer así un arbusto. Aunque lo más usual es que salgan corriendo o que ataquen con sus poderosas patas. Este comportamiento también está presente en las crías cuando se encuentran ante algún peligro.
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